Si bien a nivel académico y corporativo, se considera profesional a una persona que ha culminado un proceso académico que certifica su preparación intelectual para ejercer alguna de las denominadas Profesiones Liberales, como médicos, odontólogos, abogados, contadores, ingenieros, arquitectos, etc.; este artículo pretende sensibilizar el concepto y extenderlo a labores y oficios, a todo el ámbito de la actividad humana.

Enfocamos el concepto de Profesional en términos de Vocación, entendida la vocación como una elección libre, física, mental y emocionalmente que nos lleva de corazón y poniendo todo de sí mismos a realizar una actividad que produzca un bien o un servicio. Ese es el verdadero profesional y lo encontramos desde quien hace aseo en las calles hasta el científico de una agencia aeroespacial.


Con ello queremos resaltar que no es suficiente ostentar un título profesional, es necesario vivir hasta los huesos la profesión, para hacerla brillar, con dignidad y entrega.
Es una invitación a hacer esa libre elección, que nos permita entregar lo mejor de nosotros mismos y de paso vivirla con satisfacción y crecer con ella.